Un souvenir ideal que quise traerme de Grecia (anécdota)

Ya como les prometí que iba a contarles mis anécdotas durante mi travesía en el viaje a Grecia.

El barrio Plaka de Atenas es uno de los lugares más visitado por los turistas de todas partes porque está ubicado cerca de Acrópolis donde hay muchos restaurantes y tiendas de souvenirs. Fue esa primera noche que recién llegamos decidimos visitar y fue allá donde noté una amable vendedora joven y me dije déjeme tirar el anzuelo en forma de broma solo para puro entretenimiento. Claro, respetuosamente y sin tratar de ofender me atreví. Me pregunta en un buen inglés que busco y en que ella me puede ayudarme y le contesté quiero llevarme a casa un lindo souvenir de aquí. Ella me dice "sígame que le voy a mostrar lo que tenemos por aquí", me quedé parado observándola y le dije ya lo encontré porque muchas veces las cosas que uno busca casi siempre están a nuestros alrededor como dijo un predicador. El souvenir ideal está aquí junto a mi y tiene un cuerpo escultural como una Atenas ósea una diosa real pero con ropa negra. "¿Cual?" contestó- que pena me da con usted porque usted es el souvenir ideal griego más atractivo que he visto en toda la zona desafortunadamente no me lo pueda llevar en una maleta-le dije para ver su personalidad. Eso solo lo hice para mostrarle a nuestro asiduo Sordo que me motivó y me puso a pruebas.
                           

Se sorprendió y abrió los ojos se sonrió y fue ahí que se dio cuenta que era a ella que me refería porque estaba vestida de negro. Le pregunté le gustaría ser mi segunda esposa? Se sonrío aún más y dijo algo en su idioma que no entendí quien sabe si era maldiciendome o bendiciéndome (tengo entendido que las personas siempre hablan en su idioma cuando se sorprende con algo bueno o malo)- pues no me dijo sí, pero tampoco dijo no y fue entonces que le dije permíteme tomarte una foto porque ese souvenir es el que quiero y claro para no hacerle perder el tiempo entonces le compré un par de T-shirts. Encantada me dijo sí y me  permitió tomarle esa foto y luego le dije que me disculpara que era solo una broma.
 La vida es una sola y hay que disfrutarla al máximo aunque sea poniendo a reír a otros aunque sea tratando de ponernos al ridículo pero en buena onda. Estoy seguro que esa anécdota que ella fue protagonista la compartirá ella también con sus amistades y se sonreirá a carcajadas.